En el estado Jalisco, aproximadamente en el año de 1950, Don Juan de Castellanos, un joven emprendedor buscando ayudar a la economía familiar, encontró su vocación en la elaboración de quesos caseros, que poco a poco fueron posicionándose al gusto de sus compradores, hasta generar diversos empleos para dar abasto a la necesidades de sus comensales que cada vez es más, logrando expandir su elaboración de lácteos ya no solo en Jalisco, sino en diversos estados de la República.

  El 27 de septiembre de 1928, el señor Juan Castellanos Partida; quien continua con la herencia y el gusto por la fabricación de quesos logrando establecer las oficinas centrales en Uruguay 147 en la zona de la Merced del Distrito Federal. El impacto de la calidad y sabor de sus productos lácteos fue tan grande, que en poco tiempo su popularidad creció tanto que se instalaron siete sucursales más a nivel nacional.

  Es aquí en nuestra hermosa Ciudad de Puebla, cuando se inicia operaciones el 5 de agosto de 1936 en las oficinas ubicadas en la 4 poniente 320, fabrica que con el tiempo se instaló en Ave. Ciudad Militar no. 15 de la Colonia Ignacio Zaragoza y en donde actualmente continua con su atención personalizada a todo el público general.

  El 27 de mayo de 1967, falleció el señor Javier Castellanos, tomando la antorcha operativa un joven de nombre Epifanio Castellanos Rodríguez, su juventud, inteligencia, sabiduría y visión convirtieron esta gran empresa familiar en una empresa comercial denominada “Lacto Productos de Oriente S.A de C.V. su filosofía de elaboración de lácteos buscando siempre la calidad de sus productos y la satisfacción de sus clientes lo motivaron a comenzar con tecnología de punta enfocada principalmente a la eficiente preparación de quesos, mejorando así, la calidad y sabor.   Las innovaciones que se realizaron tanto en el producto como en los procesos de elaboración de ninguna manera comprometen la tradición de hacer buenos quesos, sino que aseguran la calidad de los mismos.

  Pero es a partir de 1991; cuando se comienza a usar la marca Don Juan, marca que nos identifica como un producto elaborado por un maestro quesero y su profesional equipo.

El 27 de septiembre del 2011. Fallece el señor Epifanio y toma la Dirección de la empresa su esposa Olga Porras de Castellanos junto con algunos de sus hijos.

  Actualmente, seguimos siendo una empresa comprometido y responsable con nuestros clientes, teniendo como pilares principales la herencia de recetas secretas para la elaboración de lácteos la calidad y servicio de nuestros productos y sobre todo el amor y gusto de ser orgullosamente queseros.